La historiografía tradicional ha venido entendiendo el pensamiento de Schelling como un desarrollo particular dentro del ámbito idealista iniciado por Kant y radicalizado por Fichte. A ello ha contribuido sin duda alguna el propio Schelling, que se refiere a menudo a Kant en sus primeros escritos en el Tübinger Stift y formula sus primeras tesis filosóficas con ayuda de la terminología que Fichte venía introduciendo en el debate filosófico. Se nos suele hablar, pues, de una primera fase transcendental de la filosofía de Schelling, desarrollada bajo la influencia de Fichte, que sería interrumpida a partir de 1801 por la Filosofía de la Identidad, en la que el pensamiento más propio de Schelling aparecería liberado de la influencia fichteana previa. Sin embargo, ya el mismo título de una de las obras más representativas de la fase transcendental de Schelling pone en duda la interpretación historiográfica tradicional: Sobre el Yo como principio de la filosofía, o lo Absoluto en el saber humano. La primera parte del título se refiere claramente a la Doctrina de la Ciencia de Fichte... para reinterpretarla, eso sí, en la segunda parte del mismo. El Yo no es otra cosa, nos dice Schelling, que el acontecer de lo Absoluto en el saber humano. Desde un principio, pues, Schelling está eliminando al sujeto para dejar ser a lo que (verdaderamente) es. El sujeto no es, pues, siendo, sino dejando de ser. Y tal actividad misma – actividad? – supone el acontecer de lo que (verdaderamente) es. Se trata de dejar de ser, de alcanzar, pues, la existencia extática, la existencia fuera-de-sí, para dejar ser a aquello que (verdaderamente) es: dejar de ser para dejar ser. Estrictamente hablando, habría que eliminar incluso la preposición “para” en el título que acabamos de proponer, pues introduciría como tal una intencionalidad subjetiva contraria a la idea que se busca expresar. Propondríamos, pues: “Dejar (de) ser”. (se adjunta el resumen completo)