La transparencia es un factor diferenciador que se ha asociado a la calidad del buen gobierno y de las instituciones públicas frente a sus ciudadanos y como referente de gestión en sintonía con las nuevas pautas que marcan las directrices de las sociedades democráticas. Pero este principio no puede nacer limitado al ámbito público, ya que esto merma las posibilidades de implicar a las entidades privadas en un ejercicio de responsabilidad social con la ciudadanía. Esta mirada debería estar presente en todos los relatos sobre la transparencia, pero no hay muchos espacios de encuentro. Desde estas páginas proponemos una revisión de la Ley de Transparencia, para que contemple el cumplimiento de criterios a las entidades vinculadas al sector de los medios de información.