El objetivo del trabajo es analizar la transición a la maternidad de las generaciones de mujeres nacidas en las décadas de 1960, 1970 y 1980. De manera particular se trata de estudiar el efecto de las características sociodemográficas, familiares y las principales transiciones vitales de la mujer (formación de pareja, trayectoria laboral y emancipación) sobre la probabilidad de nacimiento del primer hijo. Utilizando la Encuesta de Fecundidad de 2018 del INE, se aplican modelos de supervivencia de tiempo discreto para analizar la edad al nacimiento del primer hijo considerando las características particulares y familiares, e incorporando las transiciones vitales. Los resultados no muestran diferencias significativas entre generaciones en la intensidad de la transición al primer hijo, aunque sí se observa por el contrario un retraso de la primofecundidad, debido fundamentalmente al cambio en las características de las propias mujeres y de manera particular al aumento del nivel educativo. La importancia de las transiciones vitales se mantiene pese al cambio generacional, así sigue siendo fundamental para la transición a la maternidad tener una pareja estable y haber logrado la emancipación e independencia económica. Pero, mientras que en las generaciones más antiguas el empleo favorecía la maternidad, en las generaciones recientes el acceso al mercado de trabajo no afecta la maternidad, aunque el no acceso la reduce.