Andalucía es una de las regiones europeas con una mayor proporción de su territorio sometido a protección. De todas sus figuras de protección vigentes, la de mayor calado social y territorial es la de PN por afectar a extensas superficies que habitualmente se distribuyen por varios términos municipales. Los PPNN acogen, bien en su interior, bien en su inmediata área de influencia a contingentes poblacionales de una cierta consideración. Aquellos sitos en la media montaña mediterránea, se caracterizan desde hace años por un elevado nivel de depresión socioeconómica. Transcurridas dos décadas desde la constitución de los PPNN el conflicto entre conservación y desarrollo ha vuelto a emerger en Andalucía –tras una etapa inicial superada– auspiciado por un grupo cada vez más numeroso de alcaldes que consideran que los instrumentos por los que se rigen estos espacios resultan muy restrictivos, por lo que afectan el desarrollo socioeconómico de sus municipios. La investigación demuestra que los términos en los que se plantea ese conflicto son sumamente artificiales pues las demandas de los ayuntamientos en ningún caso se sustentan en un análisis riguroso a través del cual se pongan en evidencia los perjuicios reales que ha traído aparejada la política de conservación.