Los hallazgos más significativos de esta investigación fueron los siguientes: a) el propósito en la vida se relaciona de forma positiva con la AF y las actividades de relajación, b) un fuerte propósito en la vida conduce a la persona a tener una actitud más positiva que le permite hacer frente a la adversidad que supone el confinamiento por la pandemia, c) el propósito en la vida se relaciona de forma positiva con la alegría, y de forma negativa con la ira, tristeza-depresión, la ansiedad y el estrés percibido, y d) el estado emocional dominante en los encuestados durante la pandemia es la alegría, seguido de la ansiedad; la edad y el sexo son variables de interés, ya que los
más jóvenes y de sexo femenino son el sector más vulnerable. Otras variables como la práctica del teletrabajo no tienen un efecto directo sobre el estado emocional de las personas. De esta manera, se puede entender el estado emocional de las personas en confinamiento si se tiene en cuenta el nivel de AF y de meditación, así como del sentido de la vida, ya que éste faculta a la persona para el logro de sus metas a pesar de las circunstancias adversas.