Orden y Desorden es un proyecto artístico multidisciplinar de carácter autobiográfico en el que despliego diferentes formas
de acercamiento a la ausencia de un ser querido, gracias al objeto y la memoria que porta. Dicho acercamiento se realiza
por mediación de las artes plásticas y visuales y de forma eficaz, para hacer que el luto no sea paralizante para esta labor.
Los objetos dejados por mi abuela en Orden y Desorden sirven como piedra de toque para hablar de sus últimos años de
vida —su ocio, su relación con la enfermedad, los últimos paisajes, y el preludio de su muerte—. Se ha terminado llamando, este trabajo, Orden y Desorden por la fragmentación que precede al ensamblaje, con el objetivo de ser justa y trabajar de
la misma forma que lo hace la memoria y el olvido. La oposición naturaleza-jardín es recurrente en este proyecto tanto porque
entronca con mi autobiografía (y la de mi abuela), como con la historia cultural común que tiene el jardín de necesidad de control y ordenamiento de lo esparcido y salvaje, que también posee su orden.