La publicación de correspondencia privada tiene una tradición en España que se remonta al siglo XVIII. Sin embargo, todavía hoy resulta preciso perfilar las razones que llevan a los editores a publicar cartas privadas con otros escritores, unas cartas que deben ser consideradas autoriales y, por tanto, dignas de ser analizadas, transcritas, anotadas y dadas en edición al público lector en tanto que textos que complementan la visión de sus creadores, del conjunto de autores de una época, de un periodo intelectual y cultural y, más genéricamente, para comprender mejor nuestra propia historia. El texto aborda tales razones y reúne la argumentación que salta aquellos escollos que aún puedan considerarse como insalvables en el tratamiento de la carta privada entre creadores como objeto de estudio para la crítica.