El continuo desarrollo de la tecnología a nivel global y la preocupación por las emisiones contaminantes y de efecto invernadero, ha derivado en la creación de nuevos modos de transporte, buscando siempre la forma de realizar esto de la manera más sostenible y eficiente.
Esta constante investigación ha derivado en la introducción desde hace años en el sector del automóvil de vehículos eléctricos de baterías, que emplean energía eléctrica almacenada en una batería para alimentarse, como alternativa al vehículo de combustión interna, que hace uso de combustibles fósiles.
Pese a presentar una solución de actualidad y de futuro, también han traído consigo la aparición de nuevos riesgos y retos que no se contemplaban hasta ahora con los modelos tradicionales de combustión interna, debido a la distinta composición interna de estos nuevos vehículos y sus particularidades, derivando en otras casuísticas de incendio.