‘Mis vecinas las palomas’ (2023) establece una interacción sonora entre humanos y palomas en un espacio urbano, evitando imponer jerarquías o roles predefinidos culturalmente. El proyecto se desarrolla en tres momentos clave: el antes, el durante y el después de la performance. Antes de la acción es desarrollado un marco de acción, que incluye atender a la naturaleza de la otra especie. Las varias sesiones que conforman esta performance implicaron el uso de instrumentos musicales simples para establecer un diálogo improvisado con las palomas. Los encuentros entre cuerpos y la improvisación vertebran el espacio y el tiempo. A pesar de las limitaciones del medio audiovisual para capturar la complejidad del entorno y las interacciones entre humanos y palomas, la acción logra crear momentos de conexión y reflexión sobre la convivencia urbana interespecie. El matiz de humor presente en las acciones evita lo solemne y la importancia de concebir el proyecto como un artificio ofrece nuevas posibilidades de relación entre humanos y animales no humanos.