Después volví al mar es un proyecto situado dentro del marco de la pintura contemporánea abstracta. De una experiencia personal traumática germinan pinturas abstractas que reinterpretan la playa del Peñón del Cuervo, con la finalidad de encontrar una liberación que va desde dentro hacia afuera, de lo individual a lo colectivo. Los códigos del lenguaje pictórico están intrínsecamente ligados a esta idea por su naturaleza azarosa donde se pinta con y desde el cuerpo, lo que convierte la práctica de la pintura en un medio alegórico. Esta experiencia me acercó a la libertad femenina y de manera natural, a la madre-paisaje y la pintura introspectiva a través de una poética casi visceral.