La llegada a la presidencia de El Salvador de Nayib Bukele, líder del partido Nuevas Ideas, ha cambiado por completo la situación política y social del país centroamericano. La ruptura del bipartidismo imperante desde los Acuerdos de Paz de principios de los años 90, unido a las medidas novedosas en materia de economía y seguridad implantadas por Bukele, han puesto a El Salvador en el foco internacional. Desde su ascenso al poder en 2019, los índices de libertad de prensa han descendido. A su vez, diversos medios y organizaciones, tanto locales como internacionales, han denunciado el aumento de los ataques y las difamaciones sufridas. Las elecciones presidenciales del 4 de febrero de 2024 resultaron en la reelección de Bukele con más del 80% de los votos, una cifra inédita en el país. Los datos reflejan el amplio apoyo de la sociedad salvadoreña a las políticas del presidente. No obstante, a su vez aumentan las preocupaciones de los organismos de derechos humanos respecto a la situación laboral de los periodistas. Durante su primera legislatura se creó un nuevo periódico estatal, acusado de actuar como instrumento propagandístico, y los ataques verbales a medios críticos fueron constantes. El respaldo popular contrasta con la alerta respecto al riesgo que vive la democracia de El Salvador y, en concreto, la libertad de prensa bajo el liderazgo “bukelista”.