La diversidad del alumnado en los centros escolares es una realidad que necesita de respuestas plausibles atentas a
las diferencias, aún más si cabe, cuando se trata de menores que manifiestan una violencia injustificada contra sus
compañeros en las aulas. Esta violencia conocida como Bullying se expande ahora al ciberespacio (Cyberbullying),
donde aprovechando la potencialidad de las tecnologías, los escolares continúan vejando e insultado a otro igual. Las
consecuencias que se derivan del padecimiento de estas formas de acoso afectan a la individualidad personal, social y
académica de todos sus implicados propiciando procesos de exclusión que no hacen más que acrecentar el rechazo y
las diferencias. En respuesta, las escuelas deben poner en marcha medidas insertas en los Planes de Convivencia,
concebidos para facilitar las relaciones interpersonales, prevenir y resolver de forma pacífica los conflictos.