Es un hecho evidente que en el siglo actual la diversidad y la apuesta por
atender a la misma está adquiriendo mayor protagonismo que en épocas atrás, en las que los
niños y niñas con necesidades especiales no disponían del mismo derecho a una educación de
calidad y equidad. Estamos rodeados de diversidad, ya sea en cuanto a las perspectivas, las
emociones, a nivel cognitivo, motriz, sensorial, entre otras muchas opciones, lo cual hace
imposible negar esta realidad. Dentro de esta diversidad hallamos aquella población que
cuenta con dificultades del lenguaje y la comunicación. Estos últimos, al igual que cualquier
otro discente con sus singularidades, debe ser atendido para disfrutar de una educación
adecuada a sus particularidades y así beneficiarse de todo lo que otorga la misma. En este
reto juegan un papel fundamental los docentes de audición y lenguaje (AL), quienes con sus
técnicas y estrategias luchan porque esas dificultades sean superadas. No obstante, al igual
que cada docente ejerce su labor de manera particular, con los especialistas sucede lo mismo,
dado que cada cual busca desde su conocimiento el bienestar del alumnado. Esta diversidad
en cuanto a la metodología que escoge el profesorado también es variada, encontrándonos a
aquellos docentes que actúan dentro del aula ordinaria con la intención de cumplir con el
modelo inclusivo; los profesionales que atienden a sus discentes desde el aula específica de
AL; e incluso aquellos que alternan estas dos opciones. Existe una controversia en lo
referente al contexto de intervención, considerando las aulas específicas lugares
segregadores. El estudio que se realizará nos ayudará a tomar una idea acerca de qué contexto
de actuación es más eficaz para atender a los alumnos/as con trastornos de la audición y el
lenguaje y qué situaciones o factores nos hacen decantarnos por uno o por otro.