El sistema educativo coreano se ha convertido en un referente internacional debido a los buenos resultados obtenidos en las últimas décadas, que lo sitúan en los primeros puestos de las clasificaciones mundiales. Sin embargo, este modelo ha traído aparejados diversos problemas que requieren atención. El gobierno coreano ha tomado conciencia de esta realidad y ha propuesto reformas que promuevan “talentos creativamente integrados”. Este artículo analiza las líneas de actuación planteadas en relación con el pensamiento del filósofo y pedagogo John Dewey, y se centra en lo que se ha denominado “pedagogía de la creatividad”