Uno de los principales objetivos de la OIT es que el trabajo entre los Estados miembros sea decente. Sin embargo, con la incorporación de las tecnologías de la información y de la comunicación se han creado nuevos modelos de trabajo, como es el trabajo colaborativo que, teniendo en cuenta los aspectos positivos que ocasiona, se caracteriza por una falta de seguridad jurídica en las condiciones de trabajo, y por tanto, tiende a su precarización. En este contexto, la Unión europea ha mostrado su preocupación por establecer un marco normativo, siendo considerado un punto de partida para los Estados miembros, con el fin de regular estos modelos de trabajo emergentes. De este modo, se analizará la propuesta parlamentaria para una Agenda europea para la economía colaborativa, con especial referencia al mundo del trabajo, efectuándose una crítica acerca de las posibles soluciones indicadas en la misma y su posible efectividad.