La catedral de Tui adjudica en 1775 la fabricación de un nuevo monumento de
Semana Santa a Juan Luis Pereira, el mismo artista que unos años más tarde se encargará
de la construcción del retablo mayor. Desde el punto de vista estético se encuadra en
una etapa de transición, con una clara tendencia hacia el Neoclasicismo, pese a poseer
algunos elementos decorativos que pertenecen al Rococó. En contra del carácter efímero
de esta clase de obras, el ejemplar de Tui ha sido concebido para permanecer. Ejecutado
en madera sin policromar, presenta una escalinata y cuatro cuerpos superpuestos
y decrecientes, estando infl uenciado formal y simbólicamente por los catafalcos, los
tabernáculos de los retablos y las custodias procesionales. El plan iconográfi co consta
de imágenes relacionadas con la temática eucarística: elementos de la Pasión, Abraham y
Melquisedec, el sol y la luna, Abel, Issac y las tres virtudes teologales.