El 14 de marzo de 2020 se declaró el estado de alarma por la crisis sanitaria de la COVID-19. Entre las medidas acordadas se dispuso la suspensión de la enseñanza universitaria presencial y el desarrollo de las actividades educativas a través de las modalidades a distancia y online. Con las universidades cerradas se hizo necesario recurrir a la enseñanza virtual para que la relación entre alumnado y profesorado no acabara muriendo. Se consiguió no romper el hilo de aprendizaje académico, pero las relaciones sociales académicas se vieron trastocadas. Este capítulo se fundó en una investigación del tipo 'autoetnografía' en un Grado universitario de la Universidad de Málaga sobre los procesos performativos que los sistemas de docencia y evaluación online generaron en las relaciones académicas desde la irrupción de la pandemia de la COVID-19. Hablamos de procesos performativos en el sentido de que los discursos y comportamientos sociales construyen la realidad de nuestras relaciones. El trabajo de campo etnográfico ayudó a entender, desde una mirada más holística, cómo las lógicas de la tecnología virtual configuraron determinadas formas de relación en el plano microsocial entre alumnado y profesorado a partir del empleo de los sistemas de enseñanza y aprendizaje virtual online síncronos y asíncronos. Los nuevos modos de enseñanza y aprendizaje crearon unas posibilidades de relación en el ámbito universitario sin precedentes, aunque, al mismo tiempo, vaciaron las relaciones académicas de los recursos y las metas anteriores.