La regulación de la calidad de las aguas de baño en la Unión Europea es un tema que hunde sus raíces en la década de los setenta del pasado siglo xx, con la adopción de la primera directiva sobre el particular (Directiva 76/160/CEE). La misma fue sucedida, más recientemente, por la Directiva 2006/7/CE, que en la actualidad se encuentra sometida a un proceso de discusión y —eventualmente— revisión. Este trabajo analiza la regulación llevada a cabo hasta la fecha, las propuestas de mejora de la misma y los problemas y obstáculos que se han encontrado para poner en práctica los objetivos delineados por las directivas antedichas. Se trata de un tema donde medio ambiente, seguridad y salud están imbricados, teniendo como telón de fondo el uso recreativo de las aguas de baño (marítimas y agua dulce) en condiciones sanitarias seguras.