La exposición Joel Meyerowitz. Europa 1966-1967 que el Museo Picasso Málaga ofrece hasta el mes de diciembre se estructura como un mapa cuyas fotografías nos sirven para configurar mentalmente una hoja de ruta, la misma que el fotógrafo siguió en 1966 cuando tras recibir una importante suma de dinero por un trabajo publicitario, se lanza a la aventura de realizar un viaje por Europa junto a Vivian Bower, su compañera de aquel momento. Los dos son muy jóvenes (él veintiocho, ella veinticinco años) cuando desembarcan en Southampton, Inglaterra.
Si contabilizamos el periplo total, este comienza con el viaje a Inglaterra, Gales, Cornualles e Irlanda, haciendo un alto en París, hasta llegar a España. La pareja pasa un tiempo en Andalucía para de nuevo en carretera continuar hacia Alemania, Austria y los países comunistas. Incluso se adentran en el Oriente, visitan Estambul y Anatolia para finalizar su recorrido en los manantiales ocultos: Grecia e Italia. El diseño expositivo ha sido perfectamente trazado para comunicar al espectador esa idea de aventura on the road, dedicándole incluso una de las secciones centrales a esas fotos que fueron disparadas desde el coche en marcha, imágenes inauditas que en su día el MoMA consideró para realizar una exposición gracias a que su director, el también fotógrafo John Szarkowski, supo ver el potencial de aquellas tomas que en principio fueron descartadas. A la fotografía en ese tiempo solo se la consideraba por su valor comercial o se la entendía como una actividad artesanal, de ahí la importante labor de la institución en promover la fotografía de autor a través de un departamento específico. Para esta ocasión, López-Remiro, en colaboración con el museo neoyorkino, ha respetado la selección y disposición de la muestra de 1968, incluidos los textos que la acompañan.