El uso lingüístico, a lo largo de la historia, se ha perfilado siempre como uno de los principios de autoridad lingüísticos más influyentes, junto a la literatura, el buen gusto, el criterio geográfico, la escuela y, algo más recientemente, los medios de comunicación y las redes sociales. Durante el siglo XIX, se suceden una serie de epidemias por numerosas zonas de la geografía española, incluida la ciudad de Málaga. De entre ellas, destacó la llamada epidemia de fiebre amarilla o vómito negro. A lo largo del trabajo, podemos observar cómo este hecho provocó que una serie de términos y acepciones, que hasta entonces no existían o estaban circunscritas al ámbito sanitario, pasaran a formar parte del léxico general, de aquí a los diccionarios académicos y, como consecuencia, a formar parte del español estándar o normativo.