Algunas obras narrativas españolas de principios del XXI superan ampliamente los márgenes discursivos habituales en los años noventa del pasado siglo. Por ello, las formas de esta narrativa española “pangeica” (Mora 2006) son la mutación de una especie agonizante, en aras de una nueva expresividad: la textovisual, la que conjuga texto e imagen en lo horizontal, y una continuidad de artes, ciencias y tecnologías en su semántica vertical. Se demuestra con ejemplos cómo voces narrativas españolas actuales están ahondando a partes iguales en el espacio del texto, como territorio multidisciplinar donde acontece el hecho literario, y en el espacio global como asunto narrativo.