El Fluir de la Vida es un proyecto pictórico que nace de la idea de lo dinámico. Se trabaja con la pintura diluida para establecer una metáfora con la vida que fluye, en constate cambio y transformación. La gestualidad de movimientos en el espacio y las superposiciones de manchas generan atmósferas y profundidades que nos adentran en un lugar donde dejarse llevar y ser libre. Las formas varían en opacidad, grosor y contraste, la pintura flota en un caos controlado, que evoca lugares que transmiten tanto paz como inquietud. El proceso pictórico es un azar intuitivo donde cada “capa” determina cómo se creará la siguiente, reconociendo el tiempo del hacer como parte del resultado de cada obra y del proyecto en su totalidad. El fluir de la vida se presenta como un juego, como un encuentro…como un vivir en la pintura.