Este estudio analiza cómo las emociones generadas durante actividades formativas en emprendimiento impactan la Intención Emprendedora (IE) y la autopercepción de empleabilidad. Basado en la Teoría del Comportamiento Planificado de Azjen (1991), introduce el enfoque de neuroemprendimiento, integrando elementos neurocientíficos para entender mejor la relación entre emociones y competencias emprendedoras.
Se desarrollaron dos programas formativos innovadores, evaluando sus efectos antes y después de la intervención. El uso de indicadores neurofisiológicos permitió medir emociones objetivamente, complementando los cuestionarios tradicionales. Los resultados revelan que las emociones positivas, como la felicidad, mejoran el control conductual percibido, influyendo directamente en la IE y la percepción de empleabilidad.
El estudio destaca la necesidad de diseñar programas educativos que integren emociones positivas junto con el conocimiento técnico, motivando a l@s estudiantes y fortaleciendo su autoconfianza. La conexión entre IE y empleabilidad se analiza empíricamente, mostrando cómo el desarrollo de competencias emprendedoras incrementa tanto la intención de emprender como la percepción de ser empleables.
Como limitación, se señala la necesidad de ampliar la muestra y realizar comparaciones internacionales para explorar más a fondo el enfoque neurocientífico en la educación emprendedora. Esto permitiría generar nuevas oportunidades en la enseñanza superior, combinando aspectos cognitivos y emocionales para maximizar el impacto formativo.