Este capítulo analiza La Fuente Escondida, colección peruana de literatura traducida que dirige Ricardo Silva-Santisteban desde 2012, como continuación de un proyecto editorial anterior, El Manantial Oculto. La Fuente Escondida es una colección abierta en nuestros días, con treinta y ocho números publicados hasta la fecha, que comprende traducciones literarias de todos los géneros. El capítulo examina el papel del editor y de la red intelectual tejida a su alrededor, los diálogos y reapropiaciones con respecto a proyectos editoriales anteriores y contemporáneos, así como las decisiones que permiten que la actividad traductora se oriente a una reconstrucción cultural desde una doble vertiente: los discursos de identidad regional y los discursos de reivindicación estética que permiten al colectivo que integra la red interactuar con voz propia en el contexto literario en español.