El documento presenta un proyecto de innovación educativa que utiliza Instagram como herramienta de enseñanza-aprendizaje, contextualizado en los profundos cambios provocados por la pandemia de COVID-19, que aceleró la digitalización en la educación. Liderado por 24 docentes de varias universidades de España y Ecuador, el proyecto busca complementar la enseñanza formal mediante la creación de un "cuarto espacio" digital para reforzar contenidos, fomentar la motivación y mejorar la socialización de los estudiantes. Entre las acciones implementadas destacan la organización de materiales en la función de "historias destacadas", actividades gamificadas y el uso de apodos en la red social para personalizar la experiencia. Los resultados preliminares son alentadores: un 85.5% de los estudiantes aprobó la asignatura, con casi un 50% obteniendo notas destacadas; el 70% interactuó activamente con los docentes, y el 84.6% reconoció que Instagram aumentó su interés por la materia, mientras que el 94.9% percibió una mayor implicación grupal. Este experimento, que resalta cómo las redes sociales pueden fomentar la creación de comunidades educativas y mejorar las relaciones interpersonales, demuestra el potencial de plataformas digitales para transformar los procesos de aprendizaje y adaptación en contextos desafiantes.