El capítulo analiza el uso del neologismo mena (Menores Extranjeros No Acompañados) en discursos políticos de ciertas ideologías, explorando cómo su forma abreviada se banaliza y se utiliza como herramienta persuasiva. El término ha evolucionado desde un contexto especializado hasta foros políticos y mediáticos, donde adopta significados diversos y, en ocasiones, manipulados. La hipótesis plantea que mena ha sido objeto de variación conceptual intencionada para cumplir objetivos argumentativos específicos en función de los intereses políticos.
El estudio se basa en la Teoría Comunicativa de la Terminología (Cabré 2008, 2009), la variación terminológica (Freixa 2002; Fernández-Silva 2011; Lavale-Ortiz 2019) y la argumentación y persuasión (Fuentes Rodríguez y Alcaide Lara 2020[2002]; van Dijk 1996, 2005). Se examinan ocho Diarios de Sesiones del Congreso de los Diputados (Legislaturas XII y XIV), junto con estudios complementarios sobre el impacto del término en medios y redes sociales.
El análisis subraya dos factores clave que explican este fenómeno:
Construcción cognitiva del significado: El receptor percibe mena como un neologismo desconocido que debe interpretar basándose en el contexto discursivo y mediático. Según Lavale-Ortiz (2019), estas figuras promueven procesos cognitivos que sedimentan significados contextuales en la memoria colectiva.
Estereotipación léxica: La frecuencia de uso en discursos partidistas convierte a mena en un estereotipo lingüístico con alta capacidad persuasiva, condicionado por las intenciones políticas de los emisores.
Concluimos que el término mena es una unidad lingüística que, gracias a su variación conceptual y denominativa, se adapta al contexto discursivo para reforzar argumentos políticos. Su transformación en un estereotipo lo convierte en un recurso clave en el discurso político y mediático, resaltando la importancia de analizar el lenguaje como herramienta de manipulación ideológica.