La proliferación de muros fronterizos en todo el mundo, incluido el territorio de la Unión Europea, es un hecho. Su construcción puede tener consecuencias perjudiciales e irreparables para la biodiversidad y los ecosistemas. Este artículo analiza la construcción de la valla fronteriza entre Eslovenia y Croacia, prestando especial atención a las violaciones de la legislación europea e internacional y a los daños causados a la biodiversidad de la región de los Alpes Dináricos. También se examina el caso singular de la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur, que, al estar libre de interferencias humanas desde hace más de sesenta años, ha permitido la prosperidad de la fauna y la creación de un ecosistema único en el mundo. El reto para el Derecho internacional es, pues, doble: garantizar la conservación y protección de la biodiversidad sin comprometer el proceso de paz ni una hipotética reunificación.