En este trabajo se lleva a cabo un análisis de las manifestaciones religiosas localizadas en la ciudad de Pax Iulia (Beja) a lo largo de todo el periodo altoimperial. Éstas incluyen una serie de monumentos honoríficos del siglo i d.C. vinculados a los sacerdocios del culto dinástico, los restos de un templo monumental ubicado en la cabecera del foro de la ciudad, y un conjunto de cuatro epígrafes datados entre mediados del siglo ii y comienzos del siglo iii que fueron dedicados, respectivamente, a Isis, a Mitra, a Mater Magna y a Bona Dea. En estas páginas se han analizado las peculiaridades tanto de los dioses documentados como de sus cultores para comprender de qué manera la ciudad se integró de forma prematura en las corrientes religiosas estatales a comienzos del Principado, así como en las nuevas formas de culto que calaron en la ciudad a lo largo del siglo ii y que facilitaron la participación de todos los estratos sociales en el sistema cívico religioso.