La protección del consumidor posee un papel relevante en el mercado financiero. Los avances que
se producen en este sector y la irrupción de la tecnología de la cadena de bloques propicia que se impongan
especiales obligaciones de transparencia y de información a los operadores en aras de facilitar el acceso a la
inversión y reducir la exposición a riesgos. En el presente trabajo analizamos una de estas obligaciones: la
elaboración del libro blanco de criptoactivos.
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