La producción de aceite de oliva condiciona la vida socioeconómica y medioambiental de muchas zonas de la cuenca mediterránea, especialmente en el sur de España, la mayor región productora de aceite de oliva del mundo. El objetivo de este estudio es mostrar los resultados monitorizados de un caso práctico de gasificación alimentado con orujillo peletizado y también los beneficios ambientales que esta tecnología puede aportar al sector. Además de la energía eléctrica generada para autoconsumo de las almazaras, el sistema de gasificación produce biocarbón y energía térmica en forma de agua caliente de refrigeración y gases de combustión del motor. Se ha evaluado el impacto ambiental de la producción de 1 kg de aceite de oliva virgen mediante la herramienta de Análisis del Ciclo de Vida (ACV) durante las fases agraria e industrial. Se han comparado dos modelos: uno para el escenario más representativo de la cadena productiva y otro con la tecnología de gasificación aplicada en almazara. La implantación de esta tecnología, técnica y económicamente viable, son estrategias sólidas para lograr una reducción de impacto ambiental considerable (de hasta casi un 35% en algunas categorías de impacto). Atendiendo a la categoría de cambio climático como indicador más relevante, se podría reducir el impacto medioambiental del proceso productivo en torno a un 25%.