La educación actual se enfrenta a una serie de desafíos y tensiones a los que necesariamente hay que dar respuesta. Estos se manifiestan en diferentes marcos de análisis (ontológico, epistemológico, ético), niveles (macro, meso, micro) y ámbitos de reflexión (educativo, político, social, cultural) y, por lo que respecta a la Universidad, tiene como sujetos de estas tensiones a docentes, discentes, egresados y equipos de gobierno.
La universidad española debe garantizar que los nuevos docentes, formados en las facultades de ciencias de la educación, estén preparados para adaptarse a una nueva realidad social, profesional, económica y cultural.
En este sentido, es necesario reflexionar acerca de las prioridades, fines y estructura de nuestro sistema educativo e implementar políticas de formación de los y las profesionales de la educación que contribuyan a la mejora de la calidad de la educación y consoliden la profesión docente.
De acuerdo con esto, este trabajo se plantea reflexionar sobre los procesos de formación de los y las futuras profesionales de la educación.
En especial nos preocupa reflexionar acerca de los modelos pedagógicos que están actuando en esta formación y su incidencia en la construcción de un relato transformador de la educación, tanto desde la perspectiva formal, como informal y no formal.