El artículo aborda la relación entre la vida en las ciudades, la práctica de actividad física (AF) y sus efectos cognitivos. Las ciudades, aunque facilitan el desarrollo de capacidades humanas, también pueden promover estilos de vida sedentarios que afectan negativamente la salud física y mental. El objetivo del estudio es identificar los efectos cognitivos derivados de la práctica regular de AF, las oportunidades que ofrecen las ciudades para fomentarla y las implicaciones pedagógicas que se pueden extraer de ello. Se enfatiza la necesidad de diseñar ciudades sostenibles que promuevan la AF y mejoren la calidad de vida de sus habitantes. Metodología: se realizó una revisión de literatura utilizando bases de datos como PubMed y Web of Science, abarcando estudios publicados entre 2000 y 2018. Se extrajeron datos de manera independiente por dos revisores y se incluyeron artículos adicionales identificados a través de las listas de referencias. Resultados: la revisión evidenció que la práctica regular de AF tiene efectos positivos en la cognición, mejorando funciones ejecutivas, memoria, atención y velocidad de procesamiento. Además, se observó que la AF aeróbica con carga cognitiva promueve cambios estructurales y funcionales en el cerebro, como el aumento de la neuroplasticidad y la resistencia al deterioro cognitivo. Las ciudades, a través de sus espacios verdes y áreas recreativas, ofrecen oportunidades para fomentar la AF, especialmente cuando estos espacios son accesibles, seguros y bien mantenidos. Sin embargo, factores socioeconómicos y ambientales, como la densidad poblacional y la percepción de seguridad, influyen en el uso de estos espacios. Conclusiones: el estudio concluye que la práctica regular de AF contribuye significativamente al desarrollo cognitivo y a la mejora de la salud cerebral. Las ciudades sostenibles, diseñadas con espacios verdes y áreas recreativas accesibles, pueden ser entornos ideales para promover la AF