En la última década se han desarrollado varios sistemas para la edición génica, todos ellos
basados en el uso de proteínas de unión a secuencias específicas de DNA, denominadas
nucleasas específicas de secuencia (SSN): (i) las meganucleasas, (ii) las nucleasas con dedos de zinc (ZFNs, Zinc-finger nucleases), (iii) las nucleasas sintéticas (TALENs, Transcriptionactivator-like effector nucleases) y (iv) las proteínas tipo Cas y sus derivados[1].
Los tres primeros grupos se basan en el diseño de proteínas para reconocer diferentes secuencias de DNA mediante la modificación “a la carta” de la secuencia de aminoácidos de
dichas proteínas. Por otro lado, los sistemas CRISPR/Cas están basados en una endonucleasa
“programable” guiada por RNA, donde la especificidad del sistema viene dada por la complementariedad de secuencia entre la molécula de RNA y el DNA diana. La facilidad para
diseñar la secuencia del RNA guía es la principal ventaja de este sistema