La precisión define el sentido último de la palabra poética de García Baena, pero también su capacidad de sugerencia, su cabida para recuperar el misterio de la existencia tanto como el de la música, que subyace en cada palabra medida, tensada, engalanada. Decía Pablo: “A mí me han dicho siempre que soy un poeta barroco, pero valoro mucho esa sencillez de la palabra justa y bien dicha”. No caben más puntualidades a esta reflexión que nace de un convencimiento y una praxis permanente.Otro elemento fundamental es la renovación. Él estaba continuamente rejuveneciendo y experimentando el lenguaje creador, porque la realidad también cambia. En nuestro trabajo nos centramos en una poética de la emoción donde se aborda la poesía de García Baena en su conjunto desde los núcleos iniciales y el encuentro poético a través de los ensayos que permiten al lector adivinar los grandes espacios interpretativos