Macroevolución en plantas vasculares. Se revisan los sistemas jerarquizados de evolución vegetal, desde una perspectiva paleoecológica y con énfasis en los controles del nivel superior para las plantas vasculares. Este nivel supone la existencia de breves episodios de intensa radiación, seguidos por largas fases de estabilización y declive taxonómico. El registro fósil sugiere que no han existido extinciones masivas entre las plantas terrestres, en el sentido en que ésta expresión se emplea para la evolución de animales, es decir, la existencia de fuertes pérdidas de biodiversidad en períodos breves de tiempo geológico comparados con la vida media de las especies. Durante los episodios de estrés ambiental, las plantas han reaccionado haciendo valer sus capacidades de migración, recolonización, desplazamiento competitivo y, en suma, reorganizando la estructura ecológica o fitogeográfica. A un nivel taxonómico elevado, la mayoría de los grandes grupos exhiben un importante componente de supervivencia (fósiles vivientes). El único estrés al que no han podido escapar parece haber sido el de tipo abiótico y extrínseco que supone el incremento atmosférico del dióxido de carbono durante los eventos de superpluma asociados a las pulsaciones tectónicas. De entre éstas, aquellas constatables para el Ordovícico Medio-Silúrico (460- 430 Ma), Devónico Medio-Carbonífero Inferior (375-350 Ma), Jurásico (150 Ma) y Cretácico Inferior (120-80 Ma), se correlacionan con fases de incremento rápido en la especiación y con la aparición de nuevos proyectos reproductores, a saber embriófitos, espermatófitos, gimnospermas actuales y angiospermas respectivamente. El artículo concluye considerando las opciones dialécticas de la radiación difusiva frente a la hipótesis adaptacionista, el papel de la preadaptación y la evolución de la complejidad.