La inteligencia artificial (IA) está transformando significativamente el ámbito educativo, ofreciendo nuevas posibilidades para personalizar el aprendizaje y mejorar la eficiencia docente. Este capítulo examina el papel de la IA en la educación, desde sus fundamentos teóricos hasta su implementación práctica. Se analiza su evolución histórica, comenzando con la prueba de Turing en 1950 hasta los actuales sistemas de aprendizaje profundo, y se exploran los principios pedagógicos que sustentan su uso, incluyendo el conductismo, cognitivismo y constructivismo. La investigación revela beneficios significativos como la personalización del aprendizaje, la automatización de tareas administrativas y el fomento de la inclusión educativa. Sin embargo, también se identifican desafíos importantes relacionados con la privacidad de datos, la equidad en el acceso y la necesidad de formación docente. El estudio destaca la evolución del rol docente hacia facilitador y diseñador de experiencias educativas, requiriendo nuevas competencias tecnológicas, pedagógicas y éticas. Se proponen recomendaciones para una implementación efectiva, enfatizando la importancia de políticas claras, formación continua y colaboración institucional. Se concluye que la IA no constituye una solución universal, sino una herramienta que debe integrarse de manera ética y equitativa para complementar la enseñanza tradicional y promover el desarrollo integral del alumnado.