Consideramos que la universidad no proporciona información suficiente al alumnado de nuevo ingreso. A pesar de que existen figuras de orientación en el marco universitario, constatamos por nuestra experiencia docente y por las conversaciones que mantenemos con el alumnado que buena parte de esta orientación no es tan efectiva de cara al objetivo que se persigue.
Es en el primer curso cuando el alumnado toma contacto por primera vez con los estudios universitarios y se producen con más frecuencia el desánimo, la desafección,… causados muchas veces por sentirse desorientados, perdidos,… personal y académicamente y que llevan, en no pocos casos, al abandono académico. Estimamos por ello que una orientación focalizada en los momentos iniciales podría mitigar estos efectos.
Esta capítulo de libro pretende mostrar los ejes a partir de los cuales puede llevarse a cabo esta orientación partiendo de una base pedagógica anclada en el aprendizaje cooperativo, entendido este como un modo de relación social que construye vínculos. Lo que aquí queremos compartir va más allá de un contenido meramente teórico sino, y sobretodo, eminentemente práctico.
Creemos fundamental el compromiso social desde el ámbito universitario, potenciando los estudios como vehículo de transformación social y no como estrategia acumulativa de méritos. Por ello, apostamos por el valor de lo público, en el sentido de buscar un bien común que se aleje de los parámetros de la competitividad académica, fruto de la lógica individualista.
Es esencial potenciar la cultura del esfuerzo, de la honestidad académica y personal, del ejercicio de la reflexión, del desarrollo de una actitud crítica…, es decir, se hace necesario en estos tiempos el despliegue de una Ética Universitaria que apueste por la transformación social.