A todos nos gustaría vivir en un mundo mejor, en el que hubiese menos pobreza,
menos desigualdades, una competitividad menos feroz, menos delincuencia, menos
violencia. Un mundo en el que hubiera más gente capaz de dedicar su vida a investigar
por la cura de una enfermedad determinada o por dedicar su vida a enseñar a quienes no
dejan aprender. Un lugar en el que el respeto por lo que somos, la tolerancia y el amor
por los demás sea tan grande como el que sentimos por nosotros mismos. Suena
utópico, pero si algo lo puede hacer, esa es la empatía, si, esa que te mueve y te lleva a
ponerte en la piel del otro u hacer cosas por los demás. Estamos convencidos que la
mejor fórmula para tener una sociedad futura mejor es hacer a los niños de hoy mas
empáticos de lo que lo somos nosotros. La empatía no surge solo cuando uno mira su
entorno, sino que nos hacer ver con otros ojos aquello que nos rodea.