Desde el descubrimiento del fuego, el hombre ha aprovechado los recursos disponibles acordes al momento histórico para obtener energía. Todos estos descubrimientos sufren cambios conforme el conocimiento avanza, con mayor hincapié en las últimas décadas, debido a la concienciación de la protección del planeta.
Desde la invención de la máquina de vapor, el empleo de combustibles fósiles ha dominado toda generación de energía existente. Estos combustibles, a la vez que un gran poder calorífico, conllevan un elevado grado de contaminación debido a los gases producto de su combustión, lo que, sumado a su no infinidad, ha suscitado la búsqueda de nuevos métodos de obtención de energía, entre las que destacan las renovables, energías limpias como la mareomotriz, geotérmica, eólica, hidráulica o biocombustibles.
Haciendo más hincapié en la energía solar, hay dos métodos principales para obtenerla: aprovechar la energía térmica de la radiación solar, usando hornos solares, o aprovechando la energía lumínica del sol, mediante placas fotovoltaicas. Estas serán el objeto de este trabajo.
Las placas solares convierten los rayos en energía eléctrica mediante unas celdas solares formadas por materiales semiconductores. La eficiencia de dichas placas varía en función de varios factores: las condiciones climatológicas, la inclinación de la placa o la suciedad de la misma. Su eficiencia puede disminuir entre un 40% y un 50% de la producción anual, según diversos estudios.
Para eliminar estos factores ya se han desarrollado técnicas, desde limpieza a mano a productos químicos. Algunos de estos métodos requieren intervención humana, suponiendo un gasto elevado de agua, contaminación y elevado coste de personal.
Este trabajo pretende realizar el diseño de un sistema automatizado de limpieza de placas solares buscando mínima intervención humana, sin contaminación para el medio ambiente y empleando la menor cantidad de agua posible.