Antecedentes. El carcinoma hepatocelular (CHC) es un tumor con alta mortalidad a nivel global. La mayoría de los CHC se desarrollan sobre hepatopatías crónicas en estadios avanzados. El alto riesgo de CHC en este grupo de pacientes justifica la aplicación de cribados. El trasplante hepático (TH) es una opción de tratamiento curativo en casos seleccionados de CHC sobre hígado cirrótico. La recidiva de CHC es un factor importante que afecta a la supervivencia de los pacientes trasplantados. En los últimos años, se han desarrollado múltiples modelos para identificar a los pacientes con mayor riesgo de recidiva de CHC tras el TH.
Material y métodos. Estudio de cohortes retrospectivo y unicéntrico en el que se analizaron los pacientes trasplantados por CHC durante los 20 años de experiencia del programa de trasplante en nuestro centro. Se evaluó la supervivencia de los pacientes trasplantados por CHC, la recurrencia del CHC postrasplante y la influencia de los distintos factores descritos en la literatura como relacionados con la recurrencia. Como novedad, se compararon los resultados obtenidos entre los dos periodos del programa de trasplante (1995-2010 y 2010-2020).
Resultados. Se incluyeron 265 pacientes en el estudio. La supervivencia global fue del 68% a los 5 años, 58% a los 10 años, 45% a los 15 años y 34% a los 20 años. La tasa de recurrencia global del carcinoma hepatocelular (CHC) fue del 14,5%. El 54% de las recidivas ocurrieron de forma temprana, en los dos primeros años después del trasplante. Las variables asociadas con la recurrencia del CHC fueron el nivel de alfafetoproteína antes del trasplante (ng/ml), la presencia de más de un nódulo tumoral pretrasplante, el tamaño del nódulo mayor (mm) y la presencia de factores de mal pronóstico en el análisis anatomopatológico del explante.
Se realizó un análisis de regresión logística que generó un modelo con una sensibilidad del 85,7% y una especificidad del 35,7% para predecir las recidivas en nuestra muestra. Se realizó un análisis univariable que identificó los 17,31 ng/ml de AFP como el punto de corte óptimo para predecir la recidiva en la muestra analizada. Se compararon los dos periodos, sin encontrar diferencias en la supervivencia de los pacientes trasplantados, la recurrencia del CHC ni en la influencia de las distintas variables sobre la recurrencia. Conclusiones: El trasplante hepático es una opción terapéutica válida y vigente que permite mejorar la supervivencia de los pacientes con CHC. La supervivencia de los pacientes trasplantados por CHC es similar a la de otras series publicadas, incluyendo el registro europeo de trasplante hepático. La supervivencia y las recidivas fueron similares en ambos periodos. Las variables relacionadas con la recurrencia fueron: el número de nódulos > 1, la histología de mal pronóstico, el tamaño del nódulo mayor (mm) y los niveles de AFP pretrasplante (ng/ml). Los pacientes trasplantados siguiendo los criterios “up to seven” no presentaron una mayor recidiva en comparación con los trasplantados siguiendo criterios de Milán. La mayoría de las recurrencias se detectan durante los dos primeros años postrasplante, por lo que se justifica realizar un seguimiento más estrecho durante este periodo, especialmente en aquellos pacientes en los que el modelo predice un alto riesgo de recurrencia.