La tecnología de registro distribuido puede alterar significativamente la naturaleza de
las infraestructuras de los mercados financieros. Las autoridades de la UE pretenden aprovechar
los beneficios del incipiente cambio mediante la elaboración de un marco jurídico que aporte seguridad jurídica a los sistemas que utilicen esta tecnología. La opción normativa escogida por las autoridades de la Comisión Europea ha consistido en un régimen piloto. No obstante, la propuesta de reglamento UE únicamente contempla a los sistemas de negociación y registro de valores supervisados por entidades reguladas. Resulta necesario un nuevo enfoque regulatorio que permita abarcar una economía descentralizada. Asimismo, el paquete de finanzas digitales contiene otras omisiones que dificultan el desarrollo de lainnovación tecnológica en la UE.