En esta nota fl orística proporcionamos
información sobre una serie de táxones que
consideramos interesantes para Andalucía,
mayoritariamente en la provincia de Málaga
y alrededores. Se trata de novedades
nomenclaturales, provinciales, comarcales
(en el sentido de Flora Vascular de Andalucía
Oriental (Blanca et al., (eds.) -2009-), en
adelante FVAO), sectoriales (fi togeográfi cas)
o plantas incluidas en categorías de amenaza
de UICN de las que hemos hallado nuevas
poblaciones. Se han consultado las referencias
corológicas correspondientes en Flora Iberica
(Castroviejo et al., (eds.) -1986-2010- ), FVAO
y GBIF (Global Biodiversity Information
Facility); por tanto los comentarios corológicos
han de entenderse como referidos a esas
fuentes. Los comentarios fi togeográficos tienen como base a la sectorización de la provincia de
Málaga y zonas limítrofes propuesta por Pérez
Latorre y Cabezudo (2002). La secuencia de
datos para cada taxón es: nombre científi co
y autores, pliego de referencia (MGC), datos
corológicos, comportamiento ecológico,
sintaxones principales donde aparece en la
localidad y la categoría de amenaza si es
que la presenta. (LRA= Lista Roja de la
Flora Vascular de Andalucía (Cabezudo &
Talavera, (coord.), 2005); LRE= Lista Roja
de la Flora Vascular Española (Moreno J.C.,
(coord.), 2008); LFF= Ley de la Flora y la
Fauna silvestres de Andalucía, 2003). Para
algunas especies se incluye fotografía realizada
en la localidad y fecha del pliego testigo.
Abies pinsapo Clemente ex Boiss.
P. E. Boissier describió Abies pinsapo
en 1838 basándose en sus observaciones
personales y en los pliegos que vio en el
herbario de Haenseler (Boiss., 1838 y 1839-
45). Desconocemos la procedencia y donde
están en la actualidad estos pliegos del Herbario
de Haenseler, pero es muy posible que fueran
plantas recolectadas por Clemente en 1809
y regaladas al herbario en base a la larga
relación que Clemente tuvo con alguno de los
botanófi los malagueños de la época. Como
sabemos, Clemente conocía de la existencia de
este abeto mucho antes que Boissier (Clemente,
2002) y lo reconoció por su porte y por la
morfología de sus piñas. Con toda seguridad
Clemente comunicó estos datos a sus discípulos
malagueños Haenseler y Prolongo, que a su
vez lo comunicaron a Boissier, seguramente
olvidándose de la paternidad de Clemente sobre
este asunto. No es casual que Boissier, en su
interés en ver las piñas del pinsapo, visitara el
mismo día pero 28 años después la localidad
clementina de la especie. Esta disposición a
olvidar las aportaciones de los botánicos y
rodrigones españoles en las obras de algunos
botánicos extranjeros era algo común en la
época. Clemente (1818) conocía y diferenciaba las dos especies de abetos españoles y en la
página 406 sección II, donde habla de los
abetos, hace una somera descripción de la
especie andaluza (fi g. 1). Desconocemos si
Boissier conocía esta información a través de
sus rodrigones malagueños o de La-Gasca.
Sobre este asunto ya manifestó su opinión
Laza Palacios (1942: 267) en el mismo
sentido de esta nota. Pensamos finalmente
que la paternidad de Abies pinsapo es, código
en mano, de Boissier, pero también creemos
que en este asunto algo importante tuvo que
ver Clemente por lo que consideramos de
coherencia científi ca unir estos dos botánicos al
nombre de esta emblemática especie andaluza.