Se presenta un caso de ansiedad por ataques de pánico como consecuencia del
consumo de cánnabis. Tras la evaluación de la paciente, se comprobó que poseía unas
áreas de fuerza (buena autoestima, muy motivada) y que tenía un temor excesivo a que
se repitiese el ataque, una alta angustia anticipatoria y muchas conductas de evitación.
La terapia se centró tanto en la exposición (interoceptiva y a los estímulos temidos)
como en la reestructuración cognitiva de los elementos temidos (como la propia
activación fisiológica). Tras tres meses de intervención se observa una remisión
completa de todos los síntomas y el abandono del consumo de cánnabis.