En las dos últimas décadas, las empresas han sido interpeladas por el desafío de la
sostenibilidad. La Responsabilidad Social (RS), en estricto sentido histórico, es la
actualización en las empresas de la exigencia social de sostenibilidad. Hoy son inviables las
empresas que no asuman una manera sustentable de actuar en lo ambiental y de
relacionarse respetuosamente con las comunidades (licencia social para operar). Esto
conlleva desafíos para sus direcciones de comunicaciones. Las comunicación y la
responsabilidad social se intersectan estratégicamente porque la triada emergente opera
así: (una) comunicación (en) transparencia (coherencia entre el decir y el hacer, es condición
de la) sostenibilidad de las empresas. Nuestra propuesta es un modelo de comunicación
integral para la sostenibilidad, que opera en dos grandes dominios interrelacionados: la
sostenibilidad socio-ambiental y la emocional.