Desde nuestro punto de vista Los Abrazos rotos supone dentro de la trayectoria de Almodóvar una culminación provisional de todas las características que han definido la peculiaridad de su estilo posmoderno, una de las cuales, el robo de imágenes procedentes de otras películas y otros directores, se ha convertido casi en una obsesión. Dentro de ese proceder, en dicha película, adquiere especial relevancia una cita directa que
realiza de una secuencia muy reveladora de Viaggio in Italia de
Roberto Rossellini que le sirve a Almodóvar para plantear la relación amor-muerte de una forma muy original y así apropiarse para sí del concepto rosselliniano del cine como fluir de la vida y alejarse de la concepción del cine como versión de la realidad.