El cine musical producido en España
incluye manifestaciones de vanguardia,
como las películas de Carlos Saura. Sin
embargo, los ejemplos más importantes de
este género son los que tienen una finalidad
comercial. El cine folclórico de temática
andaluza es la manifestación más específica
del musical español. En este artículo se
establece primero un panorama general de
la evolución experimentada por el género
cinematográfico musical en España. Luego
se analizan los rasgos narrativos más
sobresalientes del cine folclórico durante su
época de esplendor, entre mediados de los
años treinta y principios de los sesenta. Por
último, se trata de Pena, penita, pena
(Miguel Morayta, 1953), protagonizada por
una de las grandes estrellas del musical
folclórico, Lola Flores, porque se trata de
una coproducción concebida también para
el mercado latinoamericano.