Los carbones activados preparados mediante activación química de residuos lignocelulósicos con ácido fosfórico presentan, además de una elevada superficie específica, una química superficial muy particular debido a la presencia de grupos funcionales superficiales de fósforo, en forma de COPO3, CPO3 y C3P, que muestran una alta estabilidad química y térmica [1,2]. Estos grupos confieren a los carbones elevada resistencia a la oxidación y gran acidez superficial, convirtiéndolos en materiales muy interesantes para aplicaciones catalíticas.
El interés de este trabajo radica en estudiar la posible modificación y regeneración de los grupos oxigenados superficiales de este tipo de carbones activos. Para ello, se ha sometido al carbón activo a ciclos de oxidación-reducción a distintas temperaturas de reacción.