La sociología comparte desde sus orígenes que los valores en torno al trabajo difieren en un lugar y otro en base a cuestiones culturales y locales. Si nos centramos en el caso del continente europeo, desde tiempos de Max Weber se sugería la existencia de diferencias entre el norte y el sur en cuanto a la valoración del trabajo como pilar esencial de la comunidad, mostrando los países del norte más consistencia en este sentido. Sin embargo la reciente historia del viejo continente ha cuestionado estas valoraciones, fundamentalmente por la pujanza económica de la Italia en los 80 y de la España de los 90. Estos dos sueños han tenido un brusco despertar ante las dificultades impuestas por las presiones financieras, así como los problemas de productividad y equilibrio del mercado laboral de los últimos tiempos, también compartidos por otros vecinos sureños: Portugal y Grecia. En la alta política proliferan ahora las insinuaciones sobre un sur poco constante que no mantiene la sobriedad del norte en cuestiones económicas y laborales.
En el presente trabajo, se pretende comparar un bloque de países del Norte (Alemania, Suecia, Dinamarca y Finlandia) con otro de países del Sur (Portugal, España, Italia y Grecia) en aspectos relativos al peso del trabajo como valor cultural. Para ello se utilizarán diversas variables analizadas por la Encuesta Mundial de Valores en 2008: valoración de la competitividad, del trabajo duro y su carácter obligatorio, entre otras.