Nos encontramos en un momento en el cual el valor patrimonial de los inmuebles industriales ya no está cuestionado en cuanto bien cultural que satisface las necesidades culturales de los ciudadanos en general.
La sensibilidad en las intervenciones contemporáneas es indiscutiblemente mayor de la que podía haber hace solo unas décadas, cuando primaba exclusivamente el interés económico y el proceso de sustitución solía ser la solución mas efectiva. En la actualidad asistimos también a la puesta en marcha de diferentes
acciones tanto a nivel estatal como autonómico que contemplan la protección y valorización de los ejemplos
mas emblemáticos de este particular patrimonio, con lo cual estamos ante el reto de permitir la correcta
intervención sobre este ámbito.
En este contexto creemos de vital importancia avanzar en el establecimiento de unos criterios de calidad
tanto en el proceso proyectual, que pueda garantizar la actuación de una forma correcta en el patrimonio
inmueble, así como en el efectivo aprovechamiento una vez puestos en uso. En esta misma línea creemos
se está moviendo el interés de la rehabilitación monumental, aunque entendemos que, partiendo de las
mismas premisas, las conclusiones pueden ser sustancialmente diferentes, debidos a varios factores de los
cuales el mas relevante es la imposibilidad de mantener unos espacios productivos usualmente de grandes
dimensiones sin usos específicos. El valor monumental de por si solo justifica la conservación y
mantenimiento de un edificio, valor que en el caso de los establecimientos industriales difícilmente puede
garantizarse. La puesta en valor de los edificios fabriles pasa por lo tanto no solamente por su conservación
y museificación, sino por la implantación de algún modelo de recuperación para su cuidado y uso en
relación con la realidad contemporánea en la que se insertan.
Este trabajo pretende realizar un avance en el establecimiento de unos criterios de calidad que permitan
identificar unos indicadores relevantes que puedan ser medidos de forma objetiva. Aplicar esta propuesta de
evaluación a un corpus de intervenciones realizadas en los últimos años y localizados en ámbito nacional,
previamente escogidos por su incontrastado reconocimiento general a través de una encuesta entre los
profesionales relacionados con el sector, será el segundo paso para comprobar la relevancia del método
propuesto, así como la definición de un nivel deseable de calidad a alcanzar.