En el artículo se analizan los rasgos específicos de los lenguajes científico-técnicos, que justifican en muchos casos el uso del griego y el latín para dotarlos de la terminología necesaria para el progreso de la ciencia, se explica por qué históricamente se ha recu-rrido a las lenguas clásicas como fuente de la terminología científico-técnica y se repa-san algunos de los elementos formativos de origen clásico más usados en los procesos de derivación y composición con los que se acuñan los términos científico-técnicos.